Aunque el anuncio oficial se realizará a fines de esta semana, el Mandatario detalló ayer en Nueva Orleans las principales características del programa y la forma en que se financiará. Y pese a que el plan contempla un alza tributaria, en la Concertación adelantaron que no legislarán bajo la presión que instaló el Mandatario en sus intervenciones.
Una zona de Nueva Orleans afectada por el huracán Katrina en 2005 fue el escenario elegido por Sebastián Piñera para hacer un pormenorizado detalle del plan de reconstrucción que desplegará su gobierno tras el terremoto del 27 de febrero. En una esquina del barrio de Ninth Ward, el Mandatario no sólo confirmó que una de las fórmulas de financiamiento será el ajuste tributario, sino que también conminó al Congreso a aprobar las medidas en el corto plazo.El jefe de Estado adelantó que hoy serán enviados al Congreso el proyecto de ley que crea el Fondo de Reconstrucción y el que crea un mecanismo para incentivar las donaciones del sector privado. Y que a fines de esta semana -con el despliegue de todo el gabinete en terreno- se anunciará el Plan de Reconstrucción, que contempla soluciones en vivienda, salud, educación e infraestructura, y que establece cinco mecanismos de financiamiento además de las donaciones: austeridad fiscal, ahorros acumulados en el Fondo de Emergencia Social (FES), endeudamiento en el extranjero, venta de activos prescindibles del sector público y ajustes tributarios.
Era la primera vez que Piñera confirmaba el alza de impuestos ante medios de comunicación chilenos. Así, zanjaba un debate que había generado ruido en la relación de la nueva administración con el sector privado y que incluso no provocaba unanimidad en la Alianza, aunque sí era deseado por un sector de La Moneda, que pretende imponer la idea de que este no es el gobierno de los empresarios.
En Ninth Ward, el Mandatario subrayó que para la reconstrucción "hay que dispersar el esfuerzo entre todos" y conminó al Congreso a aprobar "rápidamente" todas las medidas relativas a la reconstrucción, en un emplazamiento que ya había hecho un par de horas antes, tras reunirse con las autoridades locales en el puerto de Nueva Orleans, con quienes revisó fórmulas para enfrentar los efectos de catástrofes. "Tengo la esperanza de que los senadores que estén aquí aprueben el plan en semanas y no en años", dijo en ese momento.
La urgencia que manifestó Piñera contrastó con uno de los consejos que le entregó el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, quien recomendó "manejar las expectativas" para enfrentar un proceso de reconstrucción de largo plazo. Y encontró una dura respuesta del senador DC Ignacio Walker y su par PS Isabel Allende, parlamentarios oficialistas que integran la delegación a Estados Unidos.
"Hacer una reconstrucción bien hecha toma un tiempo, hay que diseñarla, hay que pensar en la gente, no hay que equivocarse", sentenció la legisladora socialista, quien de antemano cuestionó que el gobierno piense realizar un alza tributaria acotada en el tiempo.
"Queremos saber qué facilidad se le va a dar al sector privado, si va a ser efectivamente un esfuerzo del bolsillo del sector privado o todo van a ser exenciones y deducciones de costos", sentenció en tanto Walker. Ambos pusieron en entredicho su voto favorable al paquete de medidas, abriendo un escenario que -de extenderse a toda la Concertacion- pondría en peligro la aprobación del plan, ya que la oposición cuenta con mayoría en la Camara Alta.
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